En la enseñanza de las ciencias han empleado un método frío y riguroso,
en donde los estudiantes y lectores finalizan un capítulo más del conocimiento
creyendo que todo aquello que aprendieron es la verdad absoluta e inamovible,
logrando de esta manera una satisfacción que se empaña fácilmente con los
cambios constantes que se dan continuamente en el mundo científico.
Al comparar lo antes descrito con el gusto por la astronomía que muchos
pudieron vivir en la infancia, se percibe la falta de algo, como si se tuviera
una gran receta pero faltara el ingrediente secreto, ingrediente que de alguna
manera se debe recuperar.
Para empezar, se accede al conocimiento a través de los sensores que
poseemos denominados sentidos, así que el mundo se conoce mediante lo que se
huele, toca, oye, ve y se percibe en la boca. Para tener un ejemplo, hay que
responder conscientemente a las preguntas ¿El Sol se mueve alrededor de la
Tierra? ¿Por qué? Con seguridad, la respuesta es falsa y el pensamiento está
lleno con lo dicho en la academia: “Los planetas incluyendo la Tierra se mueven
alrededor del Sol” ven; hay un grado muy alto de credulidad, pero la pregunta
sigue…. ¿por qué?
Contextualizando el diario vivir respecto a la pregunta; se puede ver que
el Sol sale por el Oriente y se oculta por el Occidente ¿Acaso esto es un
indicio de que en efecto el Sol se mueve alrededor del planeta? O ¿Existirá otra
explicación?
Algunos más perspicaces dirán que es la Tierra la que se mueve, pero
¿existirá una forma de comprobarlo usando nuestros sentidos?
Bien, en este punto se puede comenzar a entender el sistema solar de
Ptolomeo, en donde la Tierra era el centro del universo, pero en este punto
podemos decir que del sistema solar, esa idea se considera en el pensamiento geocéntrico.
La complejidad del problema requiere de dos observadores, en donde ambos
tienen la razón pero sus conclusiones pueden ser contradictorias. En efecto la
Tierra se mueve, con por lo menos dos movimientos; uno alrededor del Sol y el
otro dando vueltas (sobre si misma) Este movimiento no se percibe en la Tierra,
por lo tanto el Sol se mueve en el cielo como consecuencia del movimiento
terrestre. Pueden observar que un observador cercano al Sol y otro en la Tierra
poseen la verdad, pero tienen una perspectiva diferente del mismo fenómeno.
(Imagen del modelo Geocéntrico)
(Modelo Heliocéntrico)
La conclusión es que si existe el deseo de ser un científico, se deben
ver los fenómenos desde todos los ángulos posibles sin descartar la validez que
pueda tener la concepción de otra persona frente al mismo evento. Pero se debe
validar cada observación aplicando el método científico.
Bibliografía: